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Consejos de las niñeras para la educación de los niños

La crianza y educación de los hijos es algo más complejo de lo que parece y no todos los padres están preparados para ello. De hecho, se podría decir que ninguno lo está, por más que las madres pasen horas viendo videos sobre el tema o leyendo libros sobre la educación, esto es algo que solo la práctica y el día a día enseña.

Si hay algo muy bonito que se puede afirmar es que son los hijos los que enseñan a sus padres a ser padres y es un aprendizaje diario. Sin embargo, hay algunos métodos que se podría decir que son estándar porque se basan en el comportamiento humano y que ayudan en gran medida con la disciplina y la educación de los niños.

Estos métodos son los que tienden a utilizar las niñeras para educar y disciplinar a los niños, cosa que no hace una baby sister y no necesariamente una nana, como vimos en el artículo anterior titulado ¿Baby sister, nana o niñera? Donde vimos que la diferencia principal entre ellas es que la niñera es una persona formada profesionalmente para el cuidado y educación de los niños.

Consejos esenciales que todas las niñeras dan

Estos son los consejos que más comúnmente escucharás a cualquier niñera, incluso es posible que también te los den algunas abuelas o los padres con más experiencia.

La disciplina comienza desde el primer año de vida

Hay madres que creen que porque el niño “está pequeño” no comprende ciertas órdenes y “hay que permitirle que haga lo que quiere”. Esto no es así, en el primer año de vida ya el niño tiene la capacidad de comprender cuando algo está bien y cuando no.

Pero esto debe reforzarse con la actitud de quien corrige, porque debe hacerlo con firmeza, nunca cambiando de actitud o de opinión, pero no dejando de mostrar amor al niño para que no sienta que lo dejarán de querer por no obedecer. Solo debe hacérsele saber que lo que hace no está bien.

Los castigos deben ser consecuentes y moderados

Hay una frase que es común escuchar en las abuelas “es mejor un golpe a tiempo” y esto no necesariamente es así. De hecho, en ocasiones puede ser un poco perjudicial porque a los niños se les crearía cierto temor hacia los padres y la obediencia no sería porque son conscientes de que es lo mejor sino porque tienen miedo de que los golpeen.

Ante esta forma de criar surge el modelo de los castigos. Un castigo puede consistir en quitarle cosas que le gusten, sentarlo en un lugar de la casa sin hacer nada más por un tiempo determinado, prohibirle las salidas, todo varía dependiendo de la edad del niño y de la falta cometida. Lo que no debe variar es la determinación: si está castigado, está castigado y punto, debe cumplir con el castigo impuesto y de ese modo comprender que sus acciones tienen una consecuencia.

Los premios también son una alternativa, pero deben manejarse con cuidado

Frente a la posición del castigo está la del premio, es una técnica adicional: si el niño hace algo bien se le debe premiar por ello, pero hay que recordar que se deben manejar con precaución, no se debe acostumbrar al niño a premiarle por cosas que son su obligación hacer, porque en ese caso el niño podría volverse manipulador y no es lo que se quiere lograr.

Los premios se dan cuando el niño hace algún esfuerzo adicional o cuando sobresale en algo, es decir, si el niño no solo hizo sus tareas sino también ordenó su habitación, cuando logró una posición en el cuadro de honor en la escuela, cuando obtiene las mejores calificaciones en los exámenes, etc. Es decir, son esas situaciones en las que el niño demuestra que ha hecho un esfuerzo adicional para sobresalir y por eso merece ser recompensado.

¿A ti que te parece? ¿Utilizas el método del castigo o del premio con tus hijos? ¿Cuál crees que es mejor?

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Viajar con tu bebé nunca ha sido tan fácil…

Imagen de Mr. Stephen Baack (IMCOM) vía Army.mil bajo licencia public domain picture.

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