Que no se quede en casa…

Durante muchos días hemos estado hablando de la importancia de quedarnos en casa. Hemos estado también reforzando las cosas que podemos hacer con los niños, como acostumbrarnos a estas nuevas formas de trabajar desde casa, de vivir la escuela en casa también enseñando a los niños desde lo que nosotras sabemos, pero es tiempo que comencemos a prepararnos para ese día en el que nuevamente se abran las puertas y podamos salir a retomar nuestras actividades.

En estos días hemos afianzado más la paciencia, la convivencia, el aprender los unos de los otros, compartir nuestros miedos, frustraciones e incluso nuestra ansiedad. En este momento debemos comenzar a evaluar cuales de todas esas cosas que hemos reforzado durante este tiempo debemos mantener y qué es eso que no debe quedarse en casa, por eso queremos compartir esta reflexión para descubrir esas cosas que debemos llevarnos a la calle con nosotros cuando podamos salir.

Que no se quede en casa el amor familiar

En estos días nos hemos visto obligados a vivir juntos 24 horas, protegiéndonos, conociéndonos y amándonos y tolerándonos, encontrándonos en nuestras diferencias y aceptándolas. Es importante que cuando salgamos a la calle nuevamente, nos llevemos ese amor familiar y esa necesidad de pasar tiempo juntos, que al salir a la calle no sea como si nos han liberado de una larga prisión familiar sino como que nos están dando la posibilidad de ir a contar a otros nuestra experiencia.

Que no se queden en casa los juegos en familia

Esto es algo muy importante, cuando volvamos a salir debemos mantener esos momentos de jugar en familia, de divertirnos juntos, de sonreír y de ser cada vez más el soporte los unos de los otros.

Que no se quede en casa la educación de los niños

En estos días como mamás nos ha tocado un papel fundamental en la educación de nuestros hijos, nos hemos vuelto protagonistas al reemplazar a las maestras. Eso no debe quedarse en casa, por el contrario, apenas volvamos a salir, sería muy bueno que nos hiciésemos más partícipes de la educación de nuestros hijos, más colaboradores con la escuela, enseñándoles, ayudándolos con las tareas, preguntándoles por lo que hicieron en el día. Sería bueno que comenzáramos a asistir más a las reuniones en los colegios y a participar en las actividades para la familia que siempre organizan. Esa preocupación por la educación de nuestros hijos no debe quedarse en casa.

Que no se quede en casa el equilibrio entre trabajo y familia

Ahora que nos ha tocado trabajar desde casa hemos tenido que aprender a combinar mucho más el trabajo con la vida familiar, con la atención de los niños, los quehaceres del hogar sin descuidar ninguna de las dos cosas. Nos hemos descubierto en nuevas facetas que nos han hecho crecer como mujeres y como profesionales.

Que no se quede en casa el crecimiento personal

Y, por último, de la mano con el comentario anterior, no deberíamos permitir que se quede en casa todo lo que hemos aprendido. Los tiempos difíciles siempre nos ayudan a superarnos como personas, deberíamos tomar todos esos valores y salir con ellos fortalecidas, con más ánimo y más preparadas para sentirnos orgullosas de lo que somos y de lo que hacemos.

¿Qué opinas sobre esto? ¿Qué otra cosa crees que no debería quedarse en casa?

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Quedarse en casa en familia nunca ha sido tan fácil…

Imagen de Alexander Dummmer vía unsplash.com bajo licencia creative commons.